Era el año 1764, cuando al estar realizando las Reales obras de Galicia a la Corte, el director de las mismas, Carlos L-Maur descubrió en la cuesta del Morueco, cerca del convento de Cerezal, los primeros "bancos" de carbón mineral de pie y medio de grueso cada uno; pero no sería hasta un siglo después, con la inauguración del ferrocarril de Palencia a La Coruña cuando algunos contratistas se animan e inician las primeras explotaciones en la zona. Así el ponferradino José Fernández Carús, en 1843, denuncia algunos yacimientos en Peña de la Gata, en Viloria; en 1864 ya son concedidos determinados títulos de propiedad en la zona oriental del Bierzo; y en 1912 , la Sociedad Campomanes, Slís y Cía., (hoy Campomanes Hnos.) construyó un ramal de vía desde la mina "Nalona" hasta la estación de Torre.
Poco después se inician las labores en la cuenca del Sil, se constituye Minero de Siderúrgica de Ponferrada promotora del ferrocarril de Ponferrada a Villablino, inaugurado en 1919; y con la favorable coyuntura de aquellos años, la situación cambiaría por completo permitiendo a la antracita adquirir y consolidar un mercado cada vez más sólido.
Lo cierto es que el carbón durante el actual siglo, como ya había ocurrido con las explotaciones auríferas en época de los romanos (Las Médulas y Castropodame), con las ferrerías desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX, con el plomo, con el wolfran; han actuado a través de la historia de motor decisivo en el desarrollo económico y social del Bierzo. En consonancia con ese papel, y de forma testimonial, existe también una sección con diversas herramientas (lámparas de varios tipos, martillos de picar y barrenar, picas), muestras de carbones y minerales, además de una pequeña maqueta de carácter didáctico.
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Era el año 1764, cuando al estar realizando las Reales obras de Galicia a la Corte, el director de las mismas, Carlos L-Maur descubrió en la cuesta del Morueco, cerca del convento de Cerezal, los primeros "bancos" de carbón mineral de pie y medio de grueso cada uno; pero no sería hasta un siglo después, con la inauguración del ferrocarril de Palencia a La Coruña cuando algunos contratistas se animan e inician las primeras explotaciones en la zona. Así el ponferradino José Fernández Carús, en 1843, denuncia algunos yacimientos en Peña de la Gata, en Viloria; en 1864 ya son concedidos determinados títulos de propiedad en la zona oriental del Bierzo; y en 1912 , la Sociedad Campomanes, Slís y Cía., (hoy Campomanes Hnos.) construyó un ramal de vía desde la mina "Nalona" hasta la estación de Torre.
Poco después se inician las labores en la cuenca del Sil, se constituye Minero de Siderúrgica de Ponferrada promotora del ferrocarril de Ponferrada a Villablino, inaugurado en 1919; y con la favorable coyuntura de aquellos años, la situación cambiaría por completo permitiendo a la antracita adquirir y consolidar un mercado cada vez más sólido.
Lo cierto es que el carbón durante el actual siglo, como ya había ocurrido con las explotaciones auríferas en época de los romanos (Las Médulas y Castropodame), con las ferrerías desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX, con el plomo, con el wolfran; han actuado a través de la historia de motor decisivo en el desarrollo económico y social del Bierzo. En consonancia con ese papel, y de forma testimonial, existe también una sección con diversas herramientas (lámparas de varios tipos, martillos de picar y barrenar, picas), muestras de carbones y minerales, además de una pequeña maqueta de carácter didáctico.
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