Revisando antiguos negativos me encontré con las fotos que hice del concierto
de Keith Richards (el rolling que ahora se cae de los cocoteros) y es de 1993.
Me parece imposible que haya pasado tanto tiempo. Pero lo bueno es que aún
vibro cuando hago fotos. Yeahhh
1 comentario:
Los buenos fotógrafos nunca mueren.
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