jueves, 11 de noviembre de 2010

Identidades



Pongo un enlace y un trocito de un ensayo.




"La simple constatación de la variedad de acepciones del término «identidad» demuestra que estamos ante un término sincategoremático, es decir, que no tiene significado aislado o exento, que es un término que hay que entenderlo siempre vinculado a otros que, por otra parte, pueden ser incompatibles entre sí, como es el caso de los términos reposo y movimiento.


Como recordábamos al comienzo de este ensayo, Platón, en El Sofista, había ya expuesto la «paradoja de la identidad» o, si se quiere, la contradicción según la cual lo mismo (lo idéntico) es tanto lo que permanece en reposo (incluyendo aquí al estado estacionario), como lo que consiste en un movimiento cambiante (es decir, ni siquiera en un flujo estacionario). La paradoja de Platón debiera ser suficiente advertencia para no mentar la identidad (ni siquiera la propia identidad) a secas, como razón, motivo o causa de una decisión, proyecto, principio, regla, norma o estructura, que se pretende encarecer. Y todo esto porque la idea de identidad no es unívoca, sino análoga; y, ante todo, análoga de atribución, es decir, equívoca, porque contiene, en su fondo, aunque de modo conjugado, la dualidad entre los componentes sinalógicos e isológicos que se diversifican en las múltiples variedades de parámetros isológicos o sinalógicos. Pero esto equivale tanto como pedir a quien invoca un principio de identidad o, sencillamente, reclama «el derecho a su propia identidad», que comience por reformular sus pretensiones o sus proclamas, prescindiendo de esta idea general y conceptualizándolas en términos característicos. Si se trata, pongamos por caso, del «principio de Lavoisier», la justificación, en virtud de la cual se exige que la masa constituida por los reactivos, contenidos en el dispositivo, si éste está aislado, que pesan, al comenzar el proceso, 250 grs., siga pesando, después de la reacción, los mismos 250 grs., no habrá que buscarla ni en la identidad metafísica de la materia («en la Naturaleza nada se crea ni se destruye»), ni en la identidad subjetiva del espíritu («el principio de Lavoisier es un postulado del sujeto psicológico»), sino en la estructura gnoseológica característica del dispositivo o contexto determinante, en función del cual se establece el principio como un «principio de cierre» cuya validez depende, en todo caso, de su mismo cumplimiento".


Pequeños párrafos del ensayo:


Predicables de la Identidad

Gustavo Bueno

3 comentarios:

Javier Durán dijo...

Vaya ... me pillas después de comer. Con esto que quieres decir, que el documento vale o no vale.

LUIS CAMACHO dijo...

¡...!

LENDA dijo...

Muy buena aportación al proyecto. Seguro que de este ensayo se pueden sacar ideas o al menos provocarlas, que no es poco.
Me mola la foto :)