Aquí va una historia con final feliz, al menos feliz para mi.
El pasado 8 de febrero en uno de mis paseos fotográficos por la Gran Vía me encontré a estos tres aficionados que se disponían ir a ver un partido amistoso de la selección española en el Bernabeu. Cuando me vieron que les fotografiaba a hurtadillas, se pusieron en pose para mi y me pidieron que les hiciera llegar las fotos a su pueblo de Valencia, eso sí en papel y no por Internete que ellos no lo entendían. A cambio ellos me harían llegar una caja de naranjas. Como yo para esto soy muy cumplio al día siguiente las copias en papel viajaban vía postal a Rafelbuyol un pueblo del interior de Valencia.
Pues bien este pasado viernes, 3 meses después del día de autos y cuando yo ya había olvidado esta historia los gemelos Piquer y el señor del centro se presentaron en mi casa con una bolsa llena de naranjas.
Lo mejor de todo es que yo no estaba en casa y si Oretta mi futura suegra que alucino en colores al ver la escena y como estos venerables ancianos le explicaban a Oretta que de español anda justita que eran hombres de honor y que allí estaban para cumplir la palabra.
La foto es una full y por eso nunca antes la había subido a este blog, pero la historia es de photon.
3 comentarios:
Historia 10 de un fotógrafo 10.
Eres muy exigente, a mi no me parece una full de foto. Es más ahora voy a poner yo un retrato igual, muy sencillito, de trashumancias.
Gran historia. Por estas movidas es por lo que mola realmente ser fotógrafo :)
PD: tu suegra estará flipando contigo ;)
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