lunes, 13 de junio de 2011

LA GRAN VÍA vs. LA GRAN VÍA Definitivo?


Hola

Lo primero:


Decir que esta foto antigua la hice en un arrebato. Me bajé de la moto y disparé. Es un apunte fotográfico, pero claro, es ya una foto. La entiendo como un lugar perfecto donde podría haber pasado algo, pero no tuve tiempo para esperar a la llegada de una presa. Y así se quedó.


Es un fondo perfecto para entender los dos ritmos de la ciudad.


Y lo segundo:
Tras una serie de recomendaciones que he escrito el texto definitivo. Lo cuelgo, pero si hay mucha prisa se envía ya, salvo error muy garrafal, porque siempre va a haber algún fleco que a alguien no le guste. Así que si les parece bien a los autores lo damos por definitivo.

LA GRAN VÍA vs. LA GRAN VÍA

Dos autores, dos visiones y dos lugares en la misma ciudad. Pero con un sólo nombre: la Gran Vía y una misma conclusión: la soledad.
Aunque la sociedad y la arquitectura aspiran a encontrar espacios donde convivir, no siempre lo consiguen. Porque a menudo en la arquitectura priman valores económicos por encima de los ciudadanos y por la propia sociedad que a veces impone ritmos vertiginosos que impiden disfrutar de espacios arquitectónicos pensados para dicha convivencia.Cuando la arquitectura y la ciudadanía transitan por caminos opuestos la soledad habita la ciudad, como ocurre en estas dos calles gemelas de nombre: La Gran Vía.
Luis Camacho dispara a la céntrica Gran Vía y lo hace sin piedad. Capta el ritmo vertiginoso de la ciudad, donde no da tiempo a fotografiar todo lo que acontece. Nos muestra una calle ruidosa, llena de vida y agitación, de colores saturados, de duras luces y sombras que es el punto de fuga de infinidad de soledades simultáneas y paralelas.Sus fotos tienen el ritmo visual propio de la calle retratada, ni más ni menos que la Gran Vía madrileña.
Sin embargo es la otra Gran Vía, la de Villaverde, en la que Javi Durán retrata con una mirada serena y equilibrada espacios arquitectónicos deshabitados, que son los absolutos protagonistas de sus imágnes en blanco y negro que confieren una dignidad atemporal a zonas del barrio que hablan del olvido y la desolación. No le interesan los pocos transeúntes que la pasean sin prisa. Su mirada nos habla de un espacio y un tiempo que se han desacelerado casi por completo. Construida sobre las vías del tren, esta calle se puede ver a dos alturas, desde la vía del tren y desde la propia avenida. Para documentar la soledad urbana, estos dos fotógrafos de la Asociación Fotográfica Villaverde confrontan dos espacios: la centenaria Gran Vía de Madrid y la joven Gran Vía de Villaverde. Lugares situados a muy pocos kilómetros de distancia que inspiran dos miradas a la soledad: la de la gran urbe y la de un barrio.

2 comentarios:

LUIS CAMACHO dijo...

Por mi todo OK; gran trabajo.

Javier Durán dijo...

Por mi perfecto. Muchas gracias.