Acampada Sol ayer

Ayer y anteayer estuve en la Acampada de Sol. Y cada vez me gusta más.
Pude asistir a un movimiento asambleario de democracia real, donde todo se decide por mayoría.
Sentados en círculos y con turno de palabra expresaban propuestas que se decidían a mano alzada.

De ello han salido unas siete comisiones para encauzarlas y está siendo bonito ver crecer desde la base algo, que aún no se sabe a dónde va a llegar, pero que si sigue así, por lo menos será un movimiento sincero de propuestas ciudadanas.

Esto es política real que debería plasmarse en una democracia real, como dice el slogan. Si ha emergido un movimiento como este, es por el empobrecimiento a pasos agigantados de gran parte de la ciudadanía. Cada vez más gente se descuelga de la clase media para engrosar las listas de la pobreza.

Hay mucha gente que no contempla el futuro como un lugar mejor. Y ellos no son los responsables de esta situación, sinó las víctimas de una crisis, donde los culpables campas a sus anchas y siguen enriqueciéndose como antes.

Con esta brecha social es lógico que haya una respuesta y me sorprende que sea tan civilizada. Porque cuando te quitan el pan de la boca, se defiende. Es algo básico.

Sin olvidar que la corrupción es un círculo vicioso con un radio cada vez mayor. Sinó, como es posible que imputados por corrupción en ambos partidos mayoritarios, sigan presentes en las listas y apoyados por sus máximos líderes.

Salga lo que salga de aquí voy a verlo de cerca para comprobar si sigo compartiendo sus proclamas. De momento las suscribo en su mayoría.