viernes, 18 de marzo de 2011

Los ojos y Robert Frank


Estoy totalmente de acuerdo con los sabios comentarios de nuestros dos ilustres compañeros "Javi".

Pero os propongo hacer un ejercicio de edición imaginario.

Analicemos esta foto de Robert Frank que pertenece a "Los Americanos", libro imprescindible, que marca un antes y un después en la historia de la fotografía y para muchos el mejor libro de fotografía jamás editado.

Por lo que se, realizo más de 40.000 disparos a lo largo de un año viajando por las carreteras de 48 estados, para finalmente editar 83 imágenes que son las que componen esta obra maestra, entre las fotos editadas se encuentra está. 

No conocemos las 3.9917 fotos restantes que se quedaron en el cajón, pero es fácil de imaginar los "photones" que finalmente fueron al infierno de las fotografías. 

Entonces propongo que viendo la composición de la imagen, los cortes de los extremos y demás vicisitudes de composición  pensemos como ejercicio si nosotros hubiéramos rescatado esta foto de las 40.000 o la hubiéramos descartado por el hecho de tener los ojos cerrados y considerarla fallida.

4 comentarios:

LUIS CAMACHO dijo...

Mi humilde opinión es que el hecho de ver algo extraño en la foto, le hizo detener el cuentahilos en este contacto más de la cuenta y finalmente decidirse por ella, no tanto por lo que representa o quiera contar pues estoy seguro que hay un disparo anterior y otro posterior donde seguramente el personaje este con los ojos abiertos, si no por lo extraño que nos resulta el gesto y que al espectador también le va hacer parar en la imagen para llegar a comprenderla.

Obviamente son concesiones que se hacen de vez en cuando en la edición, pues no puedes editar todo un trabajo con la gente con los ojos cerrados.

Conclusión a partir de ahora no descartar fotos con la peña con los ojos cerrados...

PD: Se que es una explicación vaga, pero mi lenguaje de expresión no da para más

Javier de Vitorio dijo...

Mil gracias Luis, ¡cómo te lo curras!

Yo, desde luego, la habría descartado, por los ojos cerrados y por el corte del encuadre a la izquierda.

Pero es que yo tengo un problema muy grande con la edición, me cuesta un montón decidir que imagen merece la pena y cuál no. Si me dejo llevar por el instinto el resultado es completamente diferente a lo que obtendría con una edición puramente objetiva. Y al final me como tanto el coco que nada de lo que veo me gusta. Al taller de Navia llevé fotos que me gustaban mucho y otras que prácticamente no y las que el escogió fueron las que yo menos valoraba. Ahí aprendí que no tengo ni puta idea y desde entonces ando más perdido que el barco del arroz.

Javier Durán dijo...

Qué movida!!!, no pensaba poner nada, pero bueno, así se anima el blog.

Yo, personalmente, no creo que eligiera esta foto sólo por tener los ojos cerrados. Lo realmente bueno es que está silbando, y claro, silbando y con los ojos cerrados convierte la imagen en mágica.

El personaje está perfectamente alineado con los demás pero el esta en su mundo particular, ajeno a lo sucede.

LENDA dijo...

Hay veces que el tema de los ojos cerrados funciona perfectamente como en esta foto de Robert Frank.

Lo importante es la intencionalidad del fotógrafo y que sea consciente de esta reflexión (me refiero a los ojos cerrados) y da igual que este acto lo haga en la producción o lo haga en la edición dos años después, como es el caso de Javiergom ;)